El punto de partida de todo el proyecto es el impresionante enclave donde se sitúa el Hotel, Albarracín. Uno de los pueblos más bonitos de España y con un encanto único gracias al recorrido entre sus edificaciones tan características, las calles y el entorno boscoso que rodea la población además de por su historia y tradiciones que se remontan desde la Edad de Hierro. Albarracín está en proceso de ser declarado Patrimonio de la humanidad gracias a su belleza e importancia de su patrimonio histórico. En el Hotel era necesario un diseño que aportara un valor diferenciado en su diseño, en este caso el lujo combinado con la esencia del entorno revisitado desde las comodidades y gustos del siglo XXI.
Con el mismo espíritu de la cocina que se desarrolla en el Restaurante Esencia de Albarracín, el proyecto de interiorismo combina la tradición y los materiales nobles de una forma contemporánea y fresca resultando un espacio acogedor donde disfrutar de los platos desarrollados en los fogones del restaurante.
El Hotel 1877 Sensaciones es una apuesta que reúne el diseño y la comodidad en una de las ubicaciones más destacadas del territorio español a las que retirarse y disfrutar del hedonismo gastronómico y su paisaje tan propio como es Albarracín.
En el corazón de Albarracín nos encontramos el Hotel Boutique con encanto Hotel 1877 en una de sus arterias principales, la calle Portal de Molina 13.
Desde el primer momento, en el Hotel 1877 se puede vivir una experiencia basada en compartir. Una forma propia de viajar, sentir y disfrutar conectando con el lugar y formando parte de él. Para ello apostamos por la calidad, el lujo del detalle y la atención personalizada.
El Hotel 1877 Sensaciones consta de 10 habitaciones que se distribuyen en diferentes niveles y que gozan de diferentes vistas y orientaciones al paisaje de la ciudad y el bosque. Cada una evoca los colores y texturas de Albarracín y sus alrededores centrándose en un aspecto destacable invitando a los visitantes del hotel a repetir la experiencia de volver al hotel disfrutando de nuevas sensaciones en otra de las habitaciones del Hotel.
Gracias a ello, el diseño contribuye también al modelo de negocio convirtiendo al cliente del hotel en un recurrente que disfruta cada ocasión de una experiencia nueva.
